04 agosto, 2006

A la deriva..

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“Todas esas cosas y el rostro de ella. Aquellas imágenes, aquellos recuerdos, le habían entrado por lo ojos como la instantanea percepción de la felicidad, absoluta y sin condiciones. Se los llevaría consigo para siempre. Porque es así como marca la vida. Te pilla cuando todavía tienes el alma adormecida y siembra en tu interior una imagen, un olor, un sonido, que después ya no podrás nunca sacarte de encima. Y aquella era la felicidad. Después de tanto tiempo, la felicidad. Lo descubres cuando ya es demasiado tarde. Y ya eres para siempre un exiliado: a miles de kilometros de aquella imagen, de aquel sonido, de aquel olor. A la deriva.”

“Tierras de cristal” – Alessandro Baricco
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